Cada estudiante deberá traer a clase un juguete que ya no utilice (bien porque se haya quedado viejo o porque haya perdido el interés) y también algunos materiales reciclados limpios como cartones, envases, telas e hilos, y elementos de la naturaleza como ramas, hojas, flores…
El día que pongamos en marcha la actividad, iniciaremos con el video de “Emma está harta” de InteRed (2 minutos de duración). Una vez visto el vídeo, haremos algunas preguntas al alumnado: ¿creéis que los niños y las niñas pueden jugar con los mismos juguetes? ¿Hay juguetes que os gustan más que otros? ¿Qué os parecería si os dijeran que niñas y niños no pueden jugar a todo? Una vez que hemos tenido este espacio de compartir opiniones y de explicar que no existen juguetes ni colores ni profesiones ni tareas que sean de niñas/mujeres o de niños/hombres, pedimos al alumnado que se sitúen en un círculo grande con el juguete que hayan traído de casa en la mano. En el centro de ese círculo colocaremos los materiales reciclados y elementos de la naturaleza que hemos ido recopilando durante los días anteriores y los materiales para manualidades.
Indicaremos al alumnado, que ahora tendrán la oportunidad de dar una nueva vida a esos juguetes, porque es importante que aprendamos que los objetos los podemos reutilizar o se los podemos dar a alguien que los vaya a utilizar. Ahora tendrán la oportunidad de conservar su juguete o intercambiarlo por otro, y modificar para que tenga un aspecto o utilidad nueva. Aprovecharemos todos los materiales que tenemos en el centro para crear ambientes, ecosistemas, decoraciones… y promover que los juguetes que el alumnado renueve también puedan usarse en ese espacio de forma compartida.
Si observamos que durante la actividad se empieza a reproducir lo «normativo» en cuanto a diferenciar qué corresponde a niños y qué a niñas, podemos retomar lo visto en el video de “Emma está harta” para que el alumnado entienda que los juguetes no tienen género.